jueves, 18 de abril de 2013

Realidad única o realidades colectivas


Lo que se juega es la posibilidad de construir realidad a través de la credibilidad. 

“Nadie le creyó a Elascar” le dice Lanata a Rial. Rial le reprocha que tiene credibilidad, que Lanata atenta contra su credibilidad cuando lo asocia al gobierno. Lanata le dice, esta bien, te creo. Nos preguntamos ¿Si Lanata le cree por qué no lo llamó, le preguntó, Rial le contestaba, lo mismo que hizo al aire, y no decía que lo llamó Zanini? Porque, como dijo Rial, cando Lanata dijo "dos de lo más importantes periodistas de espectáculos”, suponemos que uno es él. Rial le dice que a Fariña no le cree, y que más allá de que le crea o no, le tenía que hacer la nota. ¿Qué otra cosa que credibilidad tiene Rial? No se explica sino cómo logran que tantas personas repitan que Zultano le hizo juicio a Mengana, sin más que una palabra que lo afirma. ¿Por qué otra cosa repetimos lo que vemos en los medios? Porque creemos en lo que vemos. Los medios de comunicación valen en tanto son creíbles. “No farandulees le dice Rial a Lanata”. Qué bueno que Rial también considere que hay cosas que no se farandulean.
El Clarín miente fue un golpe certero al grupo. Nací en 1980, soy uno de los que repitió durante los noventa lo que publicaba y decía Clarín, porque le creía. Si hasta en la prensa trostkistas citan sus artículos: Ismael Bermúdez, no solo es el hermano de Jorge Wermus, alias, te miro desde arriba, sino que escribe o escribía con el seudónimo de Jorge Magri. Clarín era creíble para la mayoría. Soy de los que hasta 6-7-8 en mi vida había escuchado a Víctor Hugo, no conocía su posición política. Kirchneristas o no, después del kirchnerismo todos sabemos que Clarín miente, poco, mucho, pero miente. Quedó al descubierto de todos. Es real que bajaron los ingresos por la venta de diarios y la cantidad de visitas a su portal. El mayor acierto del gobierno fue sacarle el negocio de fútbol, representaban un tercio de los ingresos del Grupo. Que Clarín vende menos diarios quiere decir que es menos creíble. Lo que se está jugando es el poder de construir realidad.

Quien construye la realidad, no construye realidades.

Nos guste o no, la realidad que vivimos es una realidad construida. En esta sociedad existen los que quieren que le construyan la realidad y los que queremos ser parte de la construcción de nuestras realidades. Para algunos es “la realidad”, para nosotros es “las realidades”. Los medios de comunicación tienen la capacidad de construir realidad, de otorgarle a una imagen sentido. Sentido a las sensaciones. Los medios tienen la capacidad de instalar discursos, de que a cierta imagen le otorguen un determinado sentido, que posibilita que cuando una persona ve una cosa, vea una cosa y no otra. Ese sentido no es creado por quienes lo repiten en sus cotidianos, sino que es creación de unos pocos que con su accionar condicionan las posibilidades de existencia de la mayoría. Que tienen poder. De qué se trata el poder sino de tener la capacidad de condicionar el accionar del otro. La política por excelencia es la construcción de realidad. Una realidad que se transforma, es una realidad distinta que se construye. La política es la acción de transformar la realidad. Todos los medios de comunicación hacen política, porque tienen la capacidad de construir realidad.

El periodismo construye realidad

La tarea del periodista consiste en representar un hecho, es decir, en hacer presente un hecho para quienes no fueron testigos del mismo, que se hacen una imagen de lo sucedido a partir de lo que leen o escuchan. Construir una imagen. La literatura se trata de eso, de construir ficción, ese sueño imaginario en el que nos vamos a otra realidad. La lectura es un ejercicio que promueve la existencia de muchas realidades. La pantalla es la realidad única. Primero entraron por los ojos, después por los oídos, después, con los recién nacidos, entran primero por los oídos, lo que escuchan que en su casa repiten, después por los ojos, y con lo audiovisual coparon todo. ¿Cuánto tiempo por día nos pasamos frente a alguna pantalla? La mayoría llevemos una pantalla en alguno de nuestros bolsillos.
Escuché a un columnista de TN, un canoso con barba candado, decir que aunque la justicia no considerara válidas las pruebas de “las cámaras ocultas”, era verdad, porque ellos a través del método periodísticos llegaron a la verdad, y aunque los jueces no reconozcan esa verdad, es verdad, sabemos que la justicia aun con pruebas verdaderas no las dio como válidas. ¿Qué es lo que hacen? Reconocen que pueden construir realidad, es decir, verdad. Por eso algunos hablamos de realidades, porque cada uno tiene su propia verdad. Preferimos las muchas realidades, que repetir la verdad de otro. Se trata de sus verdad y las nuestras. Y logran construir verdad ¿Por qué? Porque son creíbles. Así como nosotros les creemos a tal o cual autor que leemos, nos cuentan cómo son las cosas en no se donde, y después afirmamos que las cosas son de determinada manera en no sé dónde, sin nunca haber estado ahí. De eso se trata la palabra, de hacer presente lo ausente. La magia de la poesía.

Realidad colectiva o realidad única.

Una realidad colectiva o la ganancia económica de los que venden  una realidad única. Ella o vos. Un discurso que siempre va a lo individual, como si se tratara de una cosa de UNO. Es Nosotros o Ustedes. Ellos o Nosotros. Ahí radica la necesidad de unirse y organizarse. El potencial nuestro es la cercanía corporal, la acción en conjunto, la organización. Somos unos muchos que nos oponemos y resistimos a que nos impongan una realidad, porque creemos que la realidad más digna para ser vivid se construye participando con otros, haciendo política. Y así es que puede suceder lo que sucede en la Argentina. La oposición no puede organizar nada, porque no tiene con quién organizar qué. Ellos también son los que repiten la realidad que les venden por la televisión. Cómo se explica sino que los radicales digan las cosas que dicen. ¿Ellos llaman a los suyos a la participación, a unirse, a organizarse? Entonces a qué apuestan, a la creación de malestar, porque al Estado de Bienestar se lo combate creando un estado de malestar, inyectan indignación, buscando que los espectadores se eyecten. Se dirigen a espectadores no a participantes. Lo que promueven es el caos. Una acción colectiva de indignados en movimiento, que al no estar organizados, son capaces de hacer cualquier cosa, no es necesario explayarme en lo que Freud dijo sobre la psicología de las masas.

Partícipes de nuestra realidad.

¿Quién construye la realidad? De eso se trata. Quienes tenían la capacidad plena de construirla e imponerla, fueron atacados, debilitados, pero no derrotados. La contradicción entre el interés privado y el interés público, entre el interés individual y el interés colectivo, perdurará. Pero se trata justamente de organizarnos para condicionar esa tensión, para que no prime lo individual por sobre lo colectivo, aunque tenga lo individual su lugar. Se trata de quienes quieren construir una realidad para que los demás repitan, frente a otros que queremos ser partícipes de la construcción de las distintas realidades, reconociendo la contradicción intrínseca a toda realidad, entre cómo es y cómo debería ser.
Esto no puede ser más así, es lo que difunden los medios de comunicación del capital financiero. Esto no puede ser más así, es una excelente estrategia de venta, “sus zapatos ya no brillan”, llame ya, construyen la zapatería a domicilio. Esto no puede ser más así, caceroleen. Diciembre del 2001 Lanata mostrando las cacerolas, Abril del 2013 y sigue asiendo lo mismo. Lo que pasa que es como ahora son más las cacerolas llenas, no suenan. Esa es nuestra realidad

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